Quizá en otros tiempos hubiera sido un partido más, pero no fue así. Los chicos de reserva se jugaban más que un simple partido, con olor a final. Era una final, bastaba solo un empate para gritar campeón, pero estos muchachos son ambiciosos y fueron por más.
Porque es más lindo dar la vuelta en tu cancha y no en la de otros, y sufrimos un domingo más.
La víctima en esta ocasión fue Josefina, al principio dominaba parte del juego no todo, es que los aurelienses reflejaban una mezcla de nervios con emoción, cóctel un poco fuerte para un solo día. Sin embargo el momento de reláx vino después, ya que el pelado Gallardo, un hombre de experiencia y buen juego, abrió el marcador con un golazo.
Ya a esa altura el Dale Campeón, dale campeón se hacía escuchar en las voces tímidas de los espectadores, que coparon el estadio de Aurelia. Pero los dirigidos por Astrada no se quedaron conformes y siguieron buscando hasta que Silvio Tosco decretó el 2 a 0 final y le otorgó la etiqueta de Aurelia campeón.
Es de destacar el trabajo del cuerpo técnico y por supuesto de los jugadores que dejaron en claro que por algo son campeones, a pesar de que muchas veces fueron doblegados por malos arbitrajes o cuestiones que parecen injustas dentro de la cancha. Pero más allá de todo esto pusieron huevos y corazón, y lo transmitieron dentro del campo de juego que es lo que más importa.
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